Desde esta mirada, comprendemos que cada persona es parte de un sistema mayor, no solo familiar sino también espiritual. Observamos cómo nuestra historia, creencias y experiencias condicionan nuestra percepción del mundo y nuestra relación con la vida.

El enfoque transpersonal nos invita a mirar más allá del conflicto o la situación que nos desafía. Todo lo que vivimos trae consigo un mensaje y un código oculto que nos guía hacia una nueva toma de conciencia. Cada desafío es una puerta hacia un nuevo movimiento, una oportunidad para la integración y el crecimiento personal y espiritual.

Salir de la identificación con el conflicto nos permite ver con mayor claridad lo que la vida nos está mostrando. Desde esta perspectiva, no solo sanamos, sino que nos expandimos y nos reconectamos con nuestra esencia.

Mirar hacia nuestras raíces nos permite reconciliar historias del pasado, honrar lo que fue y abrirnos a la vida con orden y fuerza. Como decía Bert Hellinger:

"La familia tiene una memoria y lo que de ella salga a la luz es un tesoro para nosotros."

Así, entendemos los acontecimientos de la vida como aprendizajes y oportunidades evolutivas. Practicamos el mirar la vida "desde arriba", trascendiendo el ego y la personalidad condicionada.

El foco principal de esta terapia es la reconexión:

• Con vos mismo y tus necesidades.

• Con tu historia.

• Con lo divino.

​

EXPLORANDO LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL...

Parte del trabajo en sesiones implica abrirnos a una comprensión más profunda de nuestra existencia y nuestra conexión con lo sagrado. Para esto, en algunos procesos integro herramientas como la Kabbalah y la sabiduría del Árbol de la Vida, que nos ofrecen mapas para comprender nuestros desafíos y encontrar sentido a nuestra evolución.

Si sentís que tu camino espiritual está fragmentado o que la idea de "Dios" genera conflicto en vos, este espacio puede ayudarte a resignificar o reforzar esa conexión desde un lugar amoroso y comprensivo.